II Jornada de reflexión y capacitación "Hacia una educación para todos: Desafíos en la práctica de la integración escolar"

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"Los Chicos del Rincón’’, un espacio comunitario en la fábrica recuperada Mac Body

pato y javi

Javier Steinke y María Rosa Córdoba, integrantes de Los Chicos del Rincón

Una nueva alternativa para desarrollar la educación

Por Mariana Vaccaro

Los Chicos del Rincón es una Organización No Gubernamental (ONG) que promueve la igualdad, la inclusión, la integración y la no discriminación en el ámbito escolar de niños, niñas y adolescentes. El proyecto surgió hace tres años y funciona formalmente desde los últimos dos. Quienes conforman esta ONG son vecinos de Villa Urquiza interesados en la psicopedagogía y la educación enfocadas desde una perspectiva diferente a la habitual. Actualmente, trabajan dentro de la fábrica recuperada Mac Body, ubicada en la esquina de Pedro Ignacio Rivera y Andonaegui.

En este lugar se conformó un espacio de acción comunitaria, generado por los trabajadores de la fábrica en conjunto con Los Chicos del Rincón, el periódico La Gran Aldea y el grupo de teatro comunitario Los Villurqueros. María Rosa Córdoba, presidenta de Los Chicos del Rincón y directora del periódico La Gran Aldea, nos cuenta que compartir este espacio con Mac Body alienta a la cooperación, al trabajo y a la autogestión que implican autonomía e independencia. “Nosotros, desde Los Chicos del Rincón, fomentamos la participación de la comunidad, que implica un rol activo de parte de ella”, explica la Licenciada en psicología de la UBA María Rosa Córdoba.

El nombre de la ONG hace referencia al lugar a donde los docentes solían mandar a los alumnos en forma de castigo, para que de este modo aprendan. ¡Al rincón, mirando a la pared! era un reto que estaba naturalizado, no se cuestionaba. Sin embargo, este imperativo que les ordenaba aislarse del grupo, más que corregir, funcionaba como un mecanismo de exclusión y estigmatización.

Justamente, Los Chicos del Rincón tienen como principio la Declaración Universal de Derechos Humanos, que afirma que «toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, de opinión y de expresión y que la educación favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos y religiosos».

Dentro de estos derechos están incluidos los de los niños, que son la génesis del trabajo que realiza la organización, cuyo foco está puesto en los relacionados a garantizar las condiciones de su salud y educación. Por eso no solo se hace hincapié en la diversidad e inclusión, sino también en el concepto de tolerancia que plantea la UNESCO y el fin de educar para el desarrollo de un juicio independiente, pensamiento crítico y razonamiento ético.

Al respecto, la presidenta de Los Chicos del Rincón advierte que “el Ministerio de Educación declama adherir a estas convenciones internacionales pero al momento de su ejecución esto brilla por su ausencia”. Por esta razón el objetivo de Los Chicos del Rincón es que los individuos sean agentes en su ambiente para solucionar problemas que los aquejan y lograr cambios en su contexto y a su vez, por extensión, en la estructura social.

Esto surge a partir “de situaciones en particular que vivimos las familias en el momento en que llevamos a la escuela a un chico que tiene problemas de salud, psicológicos, sociales o cognitivos; y nos encontramos con la realidad de que los docentes no tienen la capacitación adecuada para conducir la educación de nuestros chicos.

Peor aún, lo que descubrimos recientemente es que no se tienen los valores para sostener una inclusión en educación”, remarca María Rosa Córdoba. A esto agregó que en las escuelas no aceptan el ingreso a la institución de los equipos de integración que las obras sociales proveen en caso de que el alumno tenga un certificado de discapacidad permanente o temporal.

En este marco de trabajo la propuesta es dual y alternativa: para quien demande ayuda y para quien quiera ofrecerla. Por un lado, se creó un espacio para que las familias sean contenidas y orientadas. Esto implica un rol diferente para los profesionales que trabajan interdisciplinariamente como agentes de transformación social, que comparten su conocimiento con otros poseedores de un saber. A su vez, se hace hincapié en los aspectos sanos que se pueden compartir con otros y no en lo enfermo o en las carencias. “A diferencia de la psicología tradicional, acá se entiende que la persona que se incluye en este espacio comunitario tiene un saber para transmitir, no es el psicólogo el que pose el saber, sino que todos poseemos un saber que podemos compartir y con el que podemos crecer” destaca María Rosa Córdoba.

Por otro lado, está abierto a la comunidad interesada en ofrecer talleres o actividades de recreación, psicología, educación, salud, psicomotricidad, entre otros. No necesariamente tiene que ser un profesional, quien quiera leer cuentos, proponer actividades como juegos o clases tiene las puertas abiertas para ser parte de Los chicos del Rincón.

Entre las actividades que se realizaron se destaca las Jornadas de reflexión y capacitación comunitaria, capacitación para ONGs, docentes, profesionales que trabajen en áreas relacionadas y a la comunidad en general. Tienen un carácter predominantemente preventivo. Javier Steinke, ayudante de gabinete de psicopedagogía en la organización, argumenta sobre la importancia de tener herramientas para la inclusión. “Hay discriminación implícita, y no creo que se da por maldad sino porque no saben cómo manejarlo, más el miedo de los colegios a todas las cuestiones legales que existen genera que se tiendan a ‘sacar el problema de encima´. Cuando se presenta un problema hay que trabajarlo en forma conjunta entre la dirección, los padres, docentes y  profesionales externos”.

La ONG eligió poner énfasis en la educación y la psicología comunitaria como herramientas para implementar la tolerancia, la igualdad y la inclusión en la totalidad social;  si bien trabajar para obtener una transformación a nivel comunitario es complejo y ambicioso, el cambio tiene que nacer en algún lugar, y ¿por qué no desde un rincón?

Nota publicada en El Barrio Villa Pueyrredón

www.elbarriopueyrredon.com.ar

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